Decíamos ayer...  y repetimos hoy, que Vox se obstina en dividir el PP entre Ayuso y Casado. No es mala estrategia porque el efecto Ayuso se ha conseguido a costa de... no jugar al centro-reformismo al que juegan los anodinos Pablo Casado y Teodoro G. Ejea.

Ahora bien, Vox no puede conformarse con eso. Necesita proponer cosas por su cuenta, hablar en positivo. Y eso, por el momento, no lo está haciendo en Madrid.