Virgen de la Merced, patrona de Barcelona. Ada Colau lleva años intentando privar a la fiesta de cualquier significado religioso. Lo cual es un poco complejo, dado que está dedicada a una advocación mariana (Escuchen el audio a continuación).

Y así, como explica el barcelonés Jorge Fernández, en La Razón, doña Ada Colau no entra en la basílica de la Merced, ni tan siquiera al grito de arderéis como en el 36. Se queda fuera, no vaya a ser que mancille su espíritu libre entrando en un templo.

Y esto es bello e instructivo porque nos lleva al principio primero: no es el independentismo lo que ha provocado la falta de convivencia y la descristianización de Cataluña, es la descristianización de Cataluña lo que ha provocado el separatismo. Conviene no olvidarlo.

Por lo demás, Ada Colau no es de izquierdas ni de derechas: es cristófoba y centrífuga.