Ahora se explica todo. Un vecino de Galapagar ha sido el culpable de que Pablo Iglesias no haya sido un buen vicepresidente. Según declaró el líder podemita ante el juez el “estrés” por el “acoso” a su chalet “afectó a su rendimiento laboral”

El ex vicepresidente declaró que las protestas del vecino al que denunció le obligaron a “restringir las salidas al jardín” de sus hijos y le impidieron sacar a pasear a sus perros.  

Para empezar no puedo salir a pasear con mis hijos -dice Iglesias-, he de restringir sus salidas al jardín por el miedo a que puedan escuchar los insultos de este señor. Muchas veces dentro de la casa les hemos tenido que cambiar de habitación porque cuando utiliza megafonía los gritos y los insultos se escuchan también dentro de casa” Como usted bien apuntó en su día, Sr. Iglesias comprenderá que la gente que vive en casas de 30, 40 0 50 metros cuadrados -por supuesto sin jardín- no sufren el problema de tener que cambiar a sus hijos de habitación.

Tampoco saco a pasear a mis tres perros y le he pedido a un amigo que lo haga para evitar situaciones desagradables”. ¡Ah! pensábamos que tenía un cuidador sólo para sus canes

Incluso asegura el candidato morado a la presidencia de Madrid, que “muchos amigos y familiares tienen lógicamente miedo a venir a casa porque se lo pueden encontrar en la puerta. Mi madre y mi suegra que muchas veces vienen a cuidar a sus nietos se ven intimidadas ante ese tipo de situación”.

Según publica La Razón, el líder morado afirmó que en esa situación  de acoso “es mucho más difícil cumplir con tus tareas y con tus responsabilidades en la medida que el espacio de descanso se ve afectado y el estrés al intentar evitar que los niños sufran lo que estamos viviendo sus padres es muy complicado de llevar y claro que afecta al rendimiento laboral que en este caso -por si a alguien no le queda claro- es gobernar”.

Quien mejor puede entender a Pablo es Irene. Ella también ha sufrido desvelos a causa del acoso de otra persona, pero, en su caso, le afectaba más bien al sueño, aunque, al final, la ministra de Igualdad tampoco rendía.

Pero, a pesar de todo, Iglesias -a quien no le gusta el victimismo- se enfrenta al terrorismo fascista y al acoso vecinal, todo a un tiempo. Es todo un héroe.

Por cierto, hablando de terrorismo fascista, según publica La Razón, FACUA -organización de consumidores de extrema derecha- ha descubierto una tienda on line de prendas de vestir con mensajes ofensivos como “se busca vivo o muerto” con el rostro del candidato morado en una diana o su figura dentro de la cárcel con el rótulo “el comunista bueno es el comunista muerto preso”. Puro fascismo.