La primera cadena de RTVE estrenó anoche 'Víctor Ros', una serie policíaca ambientada en el Madrid del siglo XIX. Por ordenador, pero bien ambientada.

Y la historia podía haber resultado interesante, si no fuera porque en el mundo del espectáculo manda quien manda, la izquierda progre, que es metafísicamente incapaz de no soltar sus tópicos anticlericales. Y así, una historia interesante, acaba desbarrando por los viscosos lugares comunes de la progresía.

Galería de personajes: puta buena y cura malo; pueblo venerable y burgueses retorcidos, pobres capacísimos y burgueses cobardones, ladrones justificados, propietarios miramelindos; británicos científicos, españoles acémilas, científicos filántropos y humanistas supersticiosos, científicos filántropos y creyentes idiotas.

Me asqueó tanto el amasijo de tópicos tontorrones que me fui a dormir. Le aconsejo lo mismo.

No me extraña que el cine español no guste a los españoles: resulta insufrible.

Hispanidad

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