Insisto en que la decisión judicial de analizar los restos de dos republicanos muertos durante la Guerra civil es una locura. E insisto también en algo no menos importante: el móvil de quienes jalean la búsqueda es su cristofobia. Ahora bien, hay otra faceta de esta barbaridad: ¿Saben lo que costaría encontrar a dos muertos en un osario de 30.000 fallecidos? Un dato: ni el Informe Zapatero, aquel maravilloso presidente que nos devolvió al guerracivilismo y que quiso terminar con el Valle de los Caídos concluyó que en el informe que lleva su nombre era imposible investigar el origen de un osario con restos de más de 30.000 personas de ambos bandos. Resultaría demasiado caro. Pero a los jueces eso les importa poco. Hispanidad redaccion@hispanidad.com