Pedro Sánchez nos ha anunciado, en la cueva de Altamira, provincia de Santander, que el mundo ha cambiado, y de forma radical, durante los últimos 35.000 años. Sólo un progresista brillante como él podía iluminar nuestras mentes de forma tan vehemente. Y eso que RTVE, plural e independiente, hablaba de “viaje institucional en la cueva de Altamira".

Sánchez odia las ruedas de prensa, lo suyo es el discurso, pero, a cambio, nos cuenta que el mundo ha cambiado radicalmente durante estos últimos 35.000 años. Era previsible. En cualquier caso, nos queda claro que algunos quieren volver a la caverna.

¿Por qué los progres son tan cursis?