Será todo lo adolescente y todo lo grosero que se quiera, pero Donald Trump se atreve a hablar del nacimiento de Cristo. Igualito, igualito, que Mariano Rajoy o que Soraya Sáenz de Santamaría. Y no, no ha hablado de paz y fraternidad. Donald, nuestro Donald, ha sido que el nacimiento de Cristo cambió el rumbo de la historia. Es decir que el tipo, encima sabe de lo que habla cuando habla de la historia del hombre, que no deja de ser la historia de la libertad humana y la redención divina. Igualito que Mariano y Soraya. De los que se deduce que, entre sus innumerables defectos, Donald Trump es valiente y Mariano Rajoy es cobarde. Y como a todos los tibios, no les agrada que se les recuerde su lamentable condición. Hispanidad redaccion@hispanidad.com