Trump le ganó las elecciones al todopoderoso Nuevo Orden Mundial (NOM), con gran sorpresa de propios y extraños, pero no ha conseguido vencer la campaña de imagen y su Presidencia está en peligro, cuando lleva 40 días en el poder. Lo importante, ¿para qué iba a necesitar Trump el apoyo ruso para ganar las elecciones? ¿Y cómo podría Putin manipular las elecciones? ¿Hablando con Trump y su gente? Y por cierto, ya no se habla de la otra presunta manipulación, que sí habría sido grave. Es decir, de la votación en sí misma. Porque, ¿de verdad es tan grave hablar con el embajador ruso o con cualquier otro ruso y luego ser nombrado ministro o asesor del Gobierno USA? ¿De verdad? No, el NOM, la masonería internacional, quiere subvertir el orden democrático con este golpe de estado civil. El problema es que nos lo creamos. Hispanidad redaccion@hispanidad.com