El Tribunal de Cuentas puede decir lo que quiera. Y hasta le concedo que el Banco de España ande manga por hombro en materia de inspección bancaria. Como ya informara Hispanidad, hay una guerra civil en el cuerpo de inspectores que no se ha solucionado con el nombramiento de Julio Durán como director general de Inspección. La creación del Banco Central Europeo (BCE) y el caso Bankia han destrozado la armonía del supervisor. Ahora bien, dicho esto, que el Tribunal de Cuentas, conocido por juzgar la contabilidad pasados unos lustros y cuando ya nadie se acuerda del asunto ni a nadie le interesa, tiene su aquel. Y algo distinto pero igualmente digno de reseñarse sucede con el Banco Central Europeo empeñado en llevar el control de todos los grandes bancos desde Francfort, una política que, por el momento ha fracasado. Hispanidad redaccion@hispanidad.com