El diestro Víctor Barrio (en la imagen) ha muerto corneado por un toro en la plaza de Teruel. La fiera le empitonó y le cortó la aorta. No se pudo hacer nada. John Maxwell Coetzee, Nobel sudafricano que se ha convertido para los animalistas en su héroe, manifiesta su oposición a la fiesta en que el torero siempre gana y el animal pierde. Se le podría responder que para eso fueron creados hombre y animal, éste para sustentar aquel, aquél para dominar y explotar a éste en su beneficio. Pero, en cualquier caso, la muerte de Barrio deja claro que el torero no siempre gana. ¿Cómo va a ser cierto cuando se enfrenta a una fiera de más de 650 kilos con dos puñales capaces de abrir un cuerpo en canal o al menos en canalillo? Además, se trata de una gran mentira. Si no, comprueben en las redes sociales los mensajes de luto por el toro, sin la menor clemencia por el torero muerto. ¿Era un torero, no? ¡Qué se fastidie! Hispanidad redaccion@hispanidad.com