Elegir entre taxi y VTC es escoger entre lo malo y lo peor. Antes, el taxista era autónomo, ahora es proletario. Uber nació ya proletario. Volvamos a "un taxista, una licencia". Volvamos al sentido común. Y no harán falta úberes.

El taxi se ha pervertido, los Uber ya nacieron pervertidos. Hacen proletarios que encima corren con los gastos del automóvil. Por lo menos, antes, (una taxista una licencia,) el coche y la licencia era del taxista que lo trabajaba. Cuidaba su negocio porque era su propiedad. Es decir, cuidaba al cliente.

Hoy los taxistas proletarios están fastidiando al madrileño. Por ejemplo, tomándoles como rehenes para subirse el sueldo en lugar de reclamar la retirada de licencias a los que tienen muchas y el reparto en base al viejo principio de “un taxista, una licencia”. Es así como se acaba con la actual podemización del taxi y con los “Titos Álvarez”.