Ya veremos hasta dónde llega el ataque informático que empezó en la intranet de Telefónica y se contagió a otras páginas de grandes empresas. En todo caso, llama atención la nueva innovación delictiva: tumbar páginas WEB, un a modo de secuestro de máquinas y, si quieres recuperar tu información… paga un rescate en bitcoin. Y veremos cómo se combaten los ataques virtuales (en el presente caso está claro), porque recuerden que hoy la ley importa más que la moral. Por ejemplo: si le llamas a alguien pecador se engríe de orgullo pero como le llamas delincuente te la has cargado. Y no sabemos si todas a peroráis que se pueden hacer pro Inherente son delitos… o algo peor. En cualquier caso, lo más triste de todo ha sido ver al gran hacker Chema Alonso (en la imagen), fichado por Telefónica, con un sueldazo  de no te menees, imagen e icono de la  modernidad de la vetusta compañía, reaccionar, como cualquier otro ejecutivo de 60 años, con la excusa de rigor: "La seguridad interna no era de mi competencia". La única excusa que tiene nuestro buen hacker Alonso es que estos ataques sean 'paneuropeos'. En cuyo caso ya no podía hablarse de un ataque de seguridad a la teleco española, sino a empresas de toda Europa. Por ejemplo, al servicio sanitario británico. Pero no deja de ser significativo que el Ministerio de Tecnología haya enviado una nota para intentar mejorar el prestigio de las telecos afectadas. No era para menos, dado que el oficial CNI ya había metido la pata exagerando el número de empresas afectadas. Y la última hora -por el momento- es que el propio CNI, quizás para lavar la cara, filtra a los medios que el ataque viene de China. ¡Estos chinos! Hispanidad redaccion@hispanidad.com