El país centroeuropeo se ha convertido en uno de los principales impulsores de las monedas virtuales del mundo. Suiza siempre ha sido un Estado 'delicuente'. Entiéndase bien, nos referimos al secreto bancario del que gozaban las entidades financieras y que aprovechaban todos aquellos ciudadanos que querían ocultarle dinero a sus respectivas agencias tributarias o que habían obtenido sus fortunas a través de actividades ilícitas. Pero eso se acabó y Suiza perdió mucho terreno en los mercados financieros, su principal riqueza. Había que buscar una alternativa al secreto bancario y la ha encontrado en las criptomonedas, tan opacas o más a los fiscos nacionales como lo eran hace años los bancos suizos. El asunto no es baladí, ni mucho menos y a apuesta de este país es muy seria. Para que se hagan una idea, el cantón más rico de Suiza, Zug (en la imagen la ciudad de Zug), ha sido la primera región del mundo en aceptar Bitcoin para pagar impuestos. Pero cuidado, porque, como hemos explicado en más de una ocasión, y al margen de su carácter opaco, las criptomonedas no tienen el respaldo de ningún banco central y carecen, asimismo, de cualquier referente como puede ser un país o un ejército. Hispanidad redaccion@hispanidad.com