Un uzbeco, simpatizante del Estado Islámico, arrolló con un camión a una multitud causando 4 muertos y 15 heridos. Pero podría haber sido peor: llevaba explosivos. Los suecos no han tenido ningún reparo en ceder ante el islam y arremeter contra el cristiano Donald Trump (después de que éste refiriera un falso ataque), pero ninguna de las dos cosas les ha servido para evitar atentados. Así, lo refleja el ocurrido el pasado viernes en Estocolmo. Y es que un uzbeco, de 39 años, llamado Rajmat Akilov y simpatizante del Estado Islámico en redes sociales, arrolló con un camión a una multitud causando cuatro muertos y 15 heridos. Pero la cosa podría haber sido peor porque llevaba explosivos. El atentado pone en tela de juicio la política migratoria y la acogida de refugiados por parte de Suecia, pues Akilov tenía una orden de deportación desde enero. Un ataque a pesar de que el Gobierno feminista se puso el hiyab en Irán. Por cierto, las ministras (en la imagen) aún no han pedido perdón, pero deberían... Hispanidad redaccion@hispanidad.com