¿Sabían que uno puede sentirse atraído por uno mismo y que esto sucede hasta el punto en que nada ni nadie nos excite más que nuestro propio cuerpo? Yo no tenía ni idea. Hasta que leí este ilustrativo, que no valorativo, artículo de El País sobre la autosexualidad titulado ‘Ni hetero ni homosexual: soy autosexual y estoy enamorada de mí misma’.

La autosexualidad va un paso más a la idea de quererse, mimarse, y tener una sana autoestima. La sexóloga Emma Placer, insiste en que se trata de una orientación sexual en sí misma, pero que suele generar confusión por tener una frecuencia muy baja. "Es fácil confundir el narcisismo con esta orientación, pero tiene algunas diferencias fundamentales, sobre todo porque el trastorno de la personalidad narcisista necesita publico". 

Atentos, porque para Placer -curioso apellido para el tema que nos ocupa- la clave de la autosexualidad no parece estar en el hecho de gustarse uno mismo, sino en que nadie puede superar ese nivel de amor propio.

Para completar su información emplea El País otros testimonios ‘autosexuales’. Por ejemplo, el de la escritora Ghia Vitale que narra así su propia experiencia como autosexual: "Salgo a tomar un café, salgo a pasear por la naturaleza, me visto con lencería y me acurruco a mí misma, o simplemente me siento en la oscuridad y disfruto de mi propia presencia". "Como autorromántica, experimento la relación que tengo conmigo misma como romántica. Y como la relación que tengo conmigo misma es romántica, me trato a mí misma como si tratara a un amante. Mi tiempo a solas para mí es esencialmente sagrado".

Aunque están plenos de amor, la realidad de los autosexuales es dura… la mayoría acude a consulta cuando "le genera malestar más allá de la opinión de los demás, si siente frustración, tristeza, soledad, ante el hecho de que los demás no entiendan su comportamiento", revela Emma Placer. Pero, para la sexóloga no tiene por qué convertirse en un problema. De hecho, la orientación de autosexual afirma Placer "sería perfectamente combinable con una pareja que entienda nuestra forma de comportarnos sexualmente, y que también la use como recurso y juego".

Sin duda, se trata de uno de los 112 sexos recogidos por Naciones Unidas. O a lo peor es el 113. 

Naturalmente, El País no se ha permitido la veleidad de enjuiciar las profundas declaraciones de la señá Placer sobre los autosexuales. Si empiezas a distinguir entre lo bueno y lo malo corres el riesgo de convertirte en animal racional, una especie que se distignue precisamente por eso: por emitir juicios de valor. Ante todo, por distinguir entre el bien y el mal.