Que no veamos su sonrisa o sus lágrimas, no significa que los peces no tengan sentimientos. Los peces no se comunican con las personas y no tienen expresiones faciales que les hagan simpáticos o cercanos, pero sufren como otros animales, según las evidencias que van acumulando los científicos y expertos en bienestar animal.

Esas evidencias las han compartido diversos expertos que han participado recientemente en una jornada sobre bienestar animal en peces organizada por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), la Sociedad Catalana de Biología, la Red de referencia en Acuicultura de Cataluña y la Red temática de bienestar y estrés en peces, que se ha celebrado en Barcelona.

Siguen las conclusiones de los expertos y nos descubren que los peces también tienen problemas de salud y se estresan… Y digo yo, cómo no se van a estresar, en esta sociedad caótica en la que vivimos.

Además, resulta que estamos utilizando mal esa expresión de ‘tener memoria de pez’. Y es que, los participantes en la jornada muestran la gran capacidad de aprendizaje de los peces, de sus complejos comportamientos sociales y familiares y, en particular, de su buena memoria. O sea, que no es verdad eso de ‘tienes memoria de pez’.