Es un pulso entre los barones, liderados por el más prestigioso de ellos, Felipe González, contra los nuevos leones de Pedro Sánchez, que aún no han tocado poder y están ansiosos por conseguirlo. Los veteranos no quieren que el PSOE se una a Podemos, porque consideran que los comunistas se merendarán a los socialistas de un solo bocado. Los nuevos, por el contrario, no ven diferencia alguna entre ellos y Podemos. Socialistas unos, comunistas los otros pero ambos tremendamente progresistas. Y ese término, el progresismo, lo iguala todo y lo maneja todo. Hispanidad redaccion@hispanidad.com