No nos equivoquemos. El Daesh mata a hombres y niños y convierte a las mujeres en objeto sexual y a todos ellos en esclavos. Pero eso sólo es la punta del iceberg. El nivel de violencia y de abuso de fuerte contra el débil se ha disparado en el mundo. El principal número de muertos, por cierto, no es la guerra sino el aborto, pero el caso es que las palabras del Papa Francisco adquieren más sentido cada día: en efecto, ya estamos ya en la III Guerra Mundial, sólo que por etapas. Hispanidad redaccion@hispanidad.com