Decía Gerard Piqué (en la imagen) que desde que está más calladito la gente asegura que juega mejor al fútbol. ¿Por qué será? Ahora, transido de dolor, el defensa más locuaz de fútbol española -además del más blasfemo e insultón- nos amenaza con abandonar la Selección española, como si eso fuera una venganza contra la afición. Asegura que se le ha acabado la paciencia, lo cual a muchos nos parece estupendo: que se le acabe. La gente le silba porque a veces presume de independentista catalán y muchos piensan que, si no cree en España, no debe jugar en la Selección española del fútbol. Parece un razonamiento bastante lógico. Frente a Albania el personal, harto de Gerardito, se equivocó: no escondía la bandera española porque no había bandera que esconder. Según él, "ésta es la gota que colma el vaso". Ahora bien, ¿a que esa misma acusación errónea no hubiera tenido ningún éxito con otro jugador que no fuera Piqué? A ver si nos entendemos: ¿no es Piqué quien le hace un favor a España jugando en la selección y ganando gloria? Es al revés. Es España quien le hace un favor llamándole a la selección. Y si no sabe valorarlo, que no responda a la convocatoria del seleccionador. Pero no ahora, a sus 30 años, sino cuando tenía 20. Hemos convertido en ídolos a las estrellitas del fútbol y ahora sólo nos queda adorarlos. Hispanidad redaccion@hispanidad.com