Sí, el asesino de Japón estaba loco pero pedía la eutanasia para los discapacitados mentales, es decir, para los pobres retrasados, los renglones torcidos de Dios. Sí estaba loco pero le dio por matar (hay locos a los que no les da por matar) y mató a los más débiles, a los retrasados. Asesinó a 19 e hirió a más de 25, a cuchilladas. Algo tiene en común este hombre con los partidarios de la eutanasia. A los dos les molesta la debilidad. Eso sí, quieren matar a los débiles por clemencia, para que no sufran. Hispanidad redaccion@hispanidad.com