Novartis, laboratorio fabricante de Kymriah, el primero de los tratamientos innovadores contra el cáncer -llamados CAR-T- financiado por la sanidad pública, ha interpuesto un recurso para evitar que se conozcan los criterios bajo los cuales se ha incluido en la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud, pese a su alto precio, según denunció este lunes No es Sano, una plataforma integrada por Médicos del Mundo, la Organización Médica Colegial, Salud por Derecho o la Organización de Consumidores y Usuarios, entre otros colectivos.

Kymriah es un tratamiento personalizado que aprovecha las células del sistema inmunitario para reconocer y atacar los tumores. Está indicado para pacientes con leucemia linfoblástica aguda, un tipo de cáncer de la médula ósea y la sangre que afecta especialmente a niños y menores de 25 años.

En este contexto, No es Sano pidió al Gobierno, a través del portal de transparencia, conocer el precio del medicamento y los criterios terapéuticos y económicos barajados. En enero del 2019, el Ejecutivo aclaró el precio del tratamiento, 320.000 euros, que se aplica bajo el novedoso sistema pago por resultados. Sin embargo, ofreció una información “genérica e incompleta” sobre las motivos que han llevado a su financiación pública, según No es Sano, que decidió entonces acudir al Consejo General de Transparencia, entidad le ha dado la razón y ha instado al Ejecutivo a facilitar la información.

Pero Novartis, según la citada plataforma, ha acudido a la justicia, a través de un recurso en lo contencioso administrativo, para evitar que se conozca la información.

Señora Ministra Carcedo: ¿Y si, en lugar de financiar a la farmaceútica suiza Novartis financiara a la española PharmaMar? ¿Y a su anticancerígeno Yondelis, que viene explotando desde hace más de 10 años?