Cumbre ONU sobre terrorismo, centrado en el yihadismo musulmán. Como se celebra en Madrid, el presidente del gobierno español inaugura la cita. El mundo está preocupado porque más de 30.000 señores, muchos de ellos occidentales, se han sumado a los salvajes del Estado islámico y entonces Occidente responde con su mejor arma: una Cumbre en toda regla. Y Rajoy ha dicho alguna que otra cosa interesante en la tal cumbre. Lo mejor: que el terrorismo es vencible. Lo cual es verdad y ya está bien de malas noticias. Lo segundo, que no hay que olvidar nunca a las víctimas, aunque él no se haya caracterizado por darles mucho calor a las víctimas de ETA. Aznar, que es víctima del terrorismo, les dio mucho más. Ahora bien, para acabar con el terrorismo yihadista, no hay que dialogar. El yihadista no quiere hacer amigos, quiere asesinarte. En definitiva, Mariano y demás líderes occidentales reunidos en Madrid: para acabar con el terrorismo yihadista hay que arriesgar más. Por otra parte, la constitución del Estado Islámico no es un hecho terrorista: son terroristas que dejan de ocultarse tras la sociedad -en Siria e Irak- y que se presentan como un ejército. Pues ahora, justo ahora, es cuando hay que sacudirles. George Bush cometió una injusticia y una estupidez al atacar al Estado iraquí de Sadam Husein: creó terroristas. Ahora los terroristas han triunfado tanto que se han convertido en un Estado. Les tenemos a todos juntitos: ahora es cuando hay que sacudirles, ahora es cuando hay que enviar tropas. Ahora es cuando hay que arriesgar. Sólo que Occidente no quiere arriesgar. Occidente, a día de hoy, es aquello de "más vale cobarde vivo que héroe muerto". Eulogio López eulogio@hispanidad.com