Es lo que muestran los resultados. La gente no vota alternativas económicas sobre todo porque nos han dicho que sólo queda una política económica posible. La gente vota dos cosas: moral y simpatía. Sí, moral, y todo lo que hace elación al derecho a la vida, la infancia, la niñez, a la educación, eso se vota mucho más que la división habitual entre izquierda y derecha. Y también se vota simpatía en el candidato. Aspectos formales, sí, pero el elector considera que el elegido no puede ser arrogante. Moral y simpatía. En el Reino Unido y en España. May (en la imagen) no es simpática. Rajoy puede parecer zumbón, pero no antipático; corto, pero no engreído. Hispanidad redaccion@hispanidad.com