Si los españoles no contáramos con Mariano Rajoy (en la imagen) tendríamos que inventarlo. Todo un pueblo necesita un rey de la tautología para reencontrarse a sí mismo, sobre todo con su cerebro perdido (los pueblos suelen perder el cerebro con frecuencia). Entrevista a Financial Times: "No tengo un sucesor natural". Claro, Mariano, los sucesores, salvo en la monarquía, son todos artificiales. Les nominan, eligen, señalan… la sucesión natural no existe… sobre todo cuando el 'sucedido' se planta en jarras. E insiste, que la letra con sangre entra: "No es malo no tener una persona a quien pasar el testigo". Claro que sí, presidente, sobre todo para que uno mismo pueda mantenerse en el sillón. ¡Grande sos, Mariano! Hispanidad redaccion@hispanidad.com