Es verdad que el anterior monarca, Juan Carlos I, también faltó a la cita durante los últimos años de su vida. A lo mejor es que se estaba modernizando. Pero el nuevo monarca, Felipe VI… no pasaría nada porque acudiera a Santiago e hiciera la ofrenda al apóstol, un acto simpático, de esos que condicionan la historia de un pueblo. Porque, además, resulta que el mayor de los hijos de Zebedeo es patrón de toda España, no sólo de Galicia, y España ya existía -no se lo van a creer- antes de la Constitución de 1978. Por tanto, no es el presidente gallego Alberto Núñez Feijóo quien debería hacer la ofrenda al patrón de España. Pero ya se sabe que Felipe VI ha asentado su trono sobre el laicismo, divorcio con una Iglesia católica y con todo lo que suene a cristiano. Además, Feijóo está más propio apadrinando homomonios de cargos gallegos del PP que ofrendando al Hijo del Trueno. Tenemos un rey laico y una reina laica, es decir, una monarquía laicista. Hispanidad redaccion@hispanidad.com