El problema de nuestra época: debemos mucho. Todo el mundo le debe algo a alguien y las naciones, que no salgan de la provincia, están quebradas. Al parecer, la solución, la única solución, al angustioso problema de la deuda está en el Levítico, para ser exactos en el 25, 10: un jubileo al quincuagésimo año. Y ojo, aquella gente no se endeudaba. Compraba o vendía con sus ahorros del pasado, no con sus deberes de pago para el futuro, que es lo que hoy amenaza a familias, empresas y Estado: que todo el mundo debe demasiado dinero a todo el mundo, con sus correspondientes intereses. Sí, la idea de un jubileo de la deuda cada 50 años debería irse planteando. Es la única salida. Cuanto antes mejor. Porque, además, como también asegura el Levítico, el jubileo será de grado o por fuerza. Sí, hablo de una condonación general. Y es que no hay peor pagador que el que no puede pagar. Hispanidad redaccion@hispanidad.com