Y es que son comunistas y la división entre comunistas dura un suspiro: los muertos no hablan. De hecho, los chicos de Pablo Iglesias (en la imagen con Errejón) son populistas y el populismo no es más que el comunismo políticamente correcto.  Convención de Podemos: la prensa de derechas dice que Podemos está roto. Hombre pues no sé yo, parece bastante entero. Siguen diciendo las mismas tontunas que siempre. Para entendernos, si por ruptura se entiende división, sí que la hay, en los partidos comunistas siempre ocurre lo mismo. Todo comunista pretende el poder y los puñales vuelan, pero la incertidumbre dura poco: el que pierde es laminado y desaparece de escena, no por grado, sino por fuerza. Para entendernos: Podemos nació roto y seguirá roto, pero no desunido. Son comunistas, y el comunismo no admite pactos ni conciertos: sólo ganadores y perdedores. Nunca estarán desunidos porque sólo quedarán los vencedores: el resto son fusilados. Políticamente, digo, que no olvidemos que Podemos es populista y el populismo no es más que el comunismo políticamente correcto. Elimina al disidente, pero no fusila porque está en contra de la pena capital. Hispanidad redaccion@hispanidad.com