Puede ser el ingenio, o también el miedo, en este caso a contagiarse o morir, lo que lleva a las personas a desarrollar la picaresca en estado puro. Por ejemplo, en Florida, dos mujeres “de unos 20 años vestidas como abuelas” trataron de vacunarse con la segunda dosis contra la Covid-19.

Según La Razón, ambas llegaron con gorros, guantes y gafas al puesto de vacunación del Centro de Convenciones del Condado de Orange, en el centro de Florida, estado donde la prioridad son los mayores de 65 años.

Un funcionario del condado de Orange declaró: “No sé cómo lo lograron por primera vez, pero vinieron con guantes, anteojos, todo, y probablemente tengan 20 años”. Además, subrayó que la cantidad de personas que intentan falsificar sus identidades es probablemente más alta de lo que se cree.

Finalmente, las 'pillaron', después de comprobar sus tarjetas de identidad.

Mientras, en Massachusetts, recientemente, la oficina del gobernador emitió un comunicado en el que se ofrecía inmunizar a aquellas personas «que acompañen al centro de vacunación a los mayores de 75 años», ya fuera a la cita de la primera o la segunda dosis.

Según publica La Razón, rápidamente, el portal de anuncios clasificados Craiglist se llenó de decenas de ofrecimientos inusitados como este: «Se ofrece chófer experimentado para llevar a persona de más de 75 años a ponerse la inyección, de manera gratuita o pagando». O, este otro: «Tengo un estupendo historial como conductor y un Toyota Camry muy limpio».

Algunos de estos interesados samaritanos estaban dispuestos a desembolsar entre 100 y 200 dólares para que el miembro de la tercera edad les dejara acompañarlo y, de paso, llevarse ellos a casa la vacuna puesta.