Según publica La Razón la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) ha denunciado la publicación en el Boletín Oficial de Aragón de una resolución con fecha de 21 de enero de este año de la Dirección Gerencia del Servicio Aragonés de Salud, por la que se convoca proceso selectivo para el acceso a la condición de personal estatutario fijo en plazas de la categoría de médicos de familia de atención primaria en centros del Servicio Aragonés de Salud de Aragón de, entre otros, “una plaza para personas con discapacidad intelectual igual o superior al 33% y una plaza para personas con enfermedad mental que acrediten un grado de discapacidad igual o superior al 33%”. 

Según Semergen, ”esta resolución es un atropello a nuestra profesión”. “Semergen siempre se ha caracterizado por ser una entidad científica integradora, que lucha por la inclusión en todos los aspectos de nuestra sociedad, pero desde el punto de vista médico, no vemos viable que una persona con una discapacidad intelectual o enfermedad mental discapacitante igual o mayor al 33% pueda ejercer la Medicina. Añaden además que el hecho de que la comunidad autónoma de Aragón convoque estas dos plazas “significa poner en riesgo la calidad asistencial y la vida del paciente pues cualquier persona que ejerza la medicina debe estar en plenas facultades intelectuales y mentales”. 

Pero, ¿a qué discapacidad en concreto se refiere la orden del Boletín Oficial de Aragón? ¿Acredita esa discapacidad intelectual -que no física, que está demostrado que sí permitiría ejercer la profesión sanitaria u otra como la política (véase el caso del portavoz podemita Pablo Echenique)- que el candidato puede finalizar o incluso comenzar la licenciatura de Medicina? Si esto no es forzar la realidad -con el pensamiento progre- si es, al menos, forzar el lenguaje.