Sánchez, el hombre del "no es no", ofrece a Casado un pacto sobre Cataluña, pero no sobre educación.

Los políticos ofrecen pactos sobre aquello donde no aceptan críticas de la oposición o sobre aquello donde han fracasado. Por ejemplo, el PSOE, en inmigración.

Por su parte, Pablo Casado, el hombre de los valores, no le pedirá a Sánchez que retire el proyecto de eutanasia, sino una reforma para que sea la lista más votada quien gobierne en los ayuntamientos.

Muy poca altura.

Por cierto, muy bueno lo de la presunción de lealtad, en el asunto Cataluña, de Pedro Sánchez, lealtad que ahora exige al PP. En septiembre de 2016, Sánchez estaba intentando formar un frente popular con los independentistas catalanes para alcanzar la Moncloa. Por fin lo consiguió, aunque en versión ligera.