España nunca ha sido uniforme, asegura el líder socialista. Sí, pero ha sido una. Por tanto, hablar de nación española no parece algo extraordinario. El problema de Pedro Sánchez es que necesita desesperadamente que le vendan una idea, porque propias tiene más bien pocas. Y así, empeñarse en una España federal, cuando el problema del país no es la centralización sino la asimetría, es como echar sal en la herida para que se cierre. Pero él lo intenta: continúa intentándolo. Hispanidad redaccion@hispanidad.com