El PSOE primero dijo que sí al Tratado de Libre Comercio con Canadá (Ceta). Luego dijo que no, porque aquello de que "no es no". Al final, y ante el miedo al ridículo, Pedro Sánchez ha decidido la abstención. Esa palabra, abstención, que hasta ahora era tabú, por aquello del voto socialista en la investidura de Rajoy. Ojo y sí hay razones para oponerse al tratado de libre comercio, como a toda actividad supranacional. La principal de ellas: que supone igualar a los desiguales. Pero eso no justifica al pinchaúvas de Pedro Sánchez, al que puede aplicarse el viejo dicho de la Ribera navarra: "Pedro, tu cabeza es hermosa, pero sin seso". Hispanidad redaccion@hispanidad.com