El secretario general del PSOE ha vuelto 'do solía'. En la rueda de prensa posterior a su encuentro con Felipe VI, sacó a relucir todo su mal perder: se mostró tópico, impertinente, grosero y cretino. Él mismo. Respondió con monosílabos, lamentando con gestos y palabras la idiocia de las preguntas de los periodistas, impertinente al no aceptar las preguntas (pues entonces que no convoque ruedas de prensa) e insufriblemente tópico: en cuanto se le pone en un brete acude al "diputados y diputadas", cuestión esta que le sirve para un roto o para un descosido. Y cretino, prepotentemente cretino. "A lo mejor es que me he explicado fatal y tengo que volver a repetirlo". No, señor Sánchez, lo que ocurre es que no ha dicho usted nada: por eso le hacen la misma pregunta una y otra vez. Y si tanto le molestan los periodistas no convoque ruedas de prensa. En cualquier caso, la clase política española resulta patética. Si mañana cayera un misil atómico en la Puerta del Sol, nuestros políticos, con Pedro Sánchez a la cabeza, seguirían atacando al otro. Hispanidad redaccion@hispanidad.com