El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez Pérez-Castejón, posee un plan de pensiones privado que supera los 100.000 euros. Y esto es bello e instructivo, porque aunque se trata de un hombre de izquierdas, firme creyente en las pensiones públicas, ha decidido dotar una pensión privada. El sistema de reparto está bien, ha debido pensar don Pedro, pero no pasa nada por completarlo, aunque para ello tenga que entrar en el repugnante mundo del capitalismo salvaje y especulativo.

Y lo peor es que tiene razón. En efecto, el sistema de reparto es más seguro y más solidario… salvo que no tengamos hijos y el Estado no promocione el que los tengamos… que es justo lo que está ocurriendo ahora, con Sánchez en Moncloa.

Claro, que también ocurría con Mariano Rajoy.