Pedro Sánchez sabe que al Rey le recibirán a cara de perro en Barcelona, cuando acuda a los actos de aniversario del atentado yihadista en Barcelona, pero prefiere callar sobre si el Gobierno tiene previsto algo para evitarlo. Ergo el espectáculo está servido. Entre otras cosas porque el propio president, Quim Torra, advierte casi a diario que la monarquía está en la diana del independentismo catalán.

Sánchez se ha limitado, en su primera visita (en la imagen) como presidente del Gobierno al palacio de Marivent, al que ha acudido con su esposa, Begoña Gómez, a pedir “unidad”, al tiempo que ha confirmado que Felipe VI y la reina Letizia acudirán al homenaje a las víctimas del atentado.

Ha glosado la figura del rey, eso sí, como garante de la “España plural” y no ha desaprovechado la ocasión para hacerse eco del polémico máster del líder del PP. También, eso sí, aunque en su papel del presidente no debe calificar ningún proceso judicial, a su juicio, qué cosas, Pablo Casado debería “dar explicaciones a los ciudadanos”.