Recientemente, Easy Jet ha sido protagonista de la actualidad informativa. Una de sus azafatas expulsó de un avión a una pasajera, Harriet Osborne, por llevar una camisa demasiado escotada y transparente.

La propia Osborne admitió que no llevaba sujetador, pero sí cubrepezones y que aceptó las advertencias de la auxiliar del vuelo y cogió un jersey que llevaba su amiga.

Sin embargo y para su sorpresa, cuando se disponía a volver a su sitio le impidieron sentarse y le pidieron que se fuera del avión, por lo tanto Osborne y su amiga lo abandonaron y pasaron la noche en el aeropuerto de Málaga.

Al parecer, según informa The Sun, fueron varios pasajeros del vuelo operado por Easy Jet los que elevaron las quejas por la vestimenta de la maquilladora británica al personal de cabina, que la expulsó del avión porque causó cierto revuelo con sus reparos, al pedirle que se cubriera.

La compañía expresó así su posición “No toleramos comportamientos abusivos o amenazantes hacia nuestros empleados”, argumentó la compañía. Del look de la pasajera… ni palabra.

Lo de siempre: la moral no existe pero, como sí que existe, la revestimos de normas de seguridad vial, de falta de respeto a la tripulación, etc, etc, etc. Otros le llaman hipocresía progre.