"Da ejemplo y muérete tú", dicen que le dijo Juan Carlos Monedero a la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde (ambos en la imagen).

La verdad es que la abogada Lagarde sólo había recordado algo evidente: que la economía no funciona sin una buena demografía y que resulta que la población se ha envejecido. Sin duda, es el principal problema económico de Occidente: no crece la demografía, no crece la economía. Natural.

Pero, me imagino, que Lagarde no apostaba por la eutanasia del jubilado sino por más maternidad. Ella no ha predicado con el ejemplo (pero el caso es que la bomba demográfica no consiste en que haya mucha gente sino en que haya pocos jóvenes y muchos pensionistas).

Monedero, príncipe: que hay muchos viejos no es ni tan siquiera una victoria de la medicina, porque los médicos no nos han alargado la vida, nos han alargado la vejez.

En cualquier caso, el problema no es que haya mucha gente sino que haya pocos jóvenes. El problema, en suma, es la natalidad Y si Lagarde quiere que haya más niños que aconseje a los gobiernos la introducción del salario maternal.

Por cierto, Lagarde tampoco predica con el ejemplo en esto de la natalidad: tiene dos hijos, la parejita. Con eso no se rejuvenece ni la demografía ni la economía.

Hispanidad

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