Miles de washingtonianos se han llevado una buena sorpresa esta semana al atender a una llamada desde un número local: “Hola, soy Michelle Obama”, se presenta con claridad la ex primera dama de Estados Unidos.

“De parte de la alcaldesa Bowser -explica con su inconfundible voz después de una breve pausa- quería pasarte información sobre la oferta de tests gratuitos del coronavirus para los habitantes del distrito de Columbia que tengan síntomas”. Llamar personalmente a los 700.000 vecinos de Washington era imposible, así que han recurrido a una de esas llamada pregrabadas para que Michelle Obama, una de las figuras demócratas más admiradas por los estadounidenses, detalle las señales que pueden indicar la presencia del virus y explique cómo coger hora para hacerse gratis la prueba de diagnóstico.

Pero la labor de Michelle va mucho más allá. También quiere ayudar a los niños, por eso, cada lunes lee uno de sus cuentos infantiles favoritos en la televisión pública americana, la prestigiosa PBS, y luego los cuelga en YouTube. El Gruffalo y La pequeña oruga glotona son algunos de los libros en su lista. Su objetivo, compartir su pasión por la lectura, ayudar a los niños y “dar un merecido descanso a los padres y cuidadores” en estos tiempos de “tanto estrés”. Pobres niños. Esperemos que les lea por la mañana, tempranito, antes de dormir pueden sufrir pesadillas…

Simplemente estamos tratando de mantener una rutina, pero también recurrimos a Netflix –una pregunta Michelle: ¿cómo meros espectadores o como asalariados de la plataforma?- y estamos en plan relax”.