Era necesario. No fue multitudinaria pero gracias a esos chillones, que siguen defendiendo la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural, el aborto no ha pasado a ser un derecho y la gente todavía sabe que el aborto mata, ergo, no puede ser considerado un derecho.

Quedan pocos provida dispuestos a salir a la calle. Es posible. Pero lo cierto es que sin el movimiento provida me parece que habríamos tocado fondo. Al menos, la defensa de la vida ha conseguido que el aborto todavía siga normal.

Y, además, el silencio mediático sobre la manifestación de ayer domigo en Madrid es la prueba de todo lo anterior.