Harry y Meghan bajan por las escaleras de un avión comercial, relajados, sonrientes y cargando sus propias maletas y bolsas. Hasta ahí, todo normal.

Pero una vez más, los ojos se han posado con lupa sobre Meghan y las voces en contra no se han hecho esperar. Muy criticados por defender causas a favor del cuidado del medio ambiente mientras se mueven por el mundo en contaminantes jets privados, la pareja optó, quizás por este motivo, por volar en vuelo comercial. Pero el look elegido por Meghan Markle para la ocasión incluía dos complementos ecológicos… y nada económicos. A saber, una bolsa de deporte perteneciente a la línea Re-Nylon de Prada, que utiliza Econyl, un material que supuestamente puede reciclarse indefinidamente y que está elaborado a base de mezclar desechos del océano y desechos textiles. El precio, 1.380 euros.

Bolsa de deporte

El segundo, unas bailarinas en color negro de Rothy's, una compañía con sede en San Francisco que convierte las botellas de agua recicladas en zapatos. Su precio, 95 euros.

Bailarinas

Harry también lucía un look informal Harry compuesto de un suéter gris, vaqueros y una gorra de béisbol.

En total, la duquesa suma cerca de 1.500 euros en estos dos complementos, un precio que muchos consideran desorbitado cuando quieres presumir de conciencia ecológica o de espíritu altruista con los más necesitados.

Moraleja: en ecología está todo inventado... pero es muy caro.