Sí, estamos de acuerdo: no se puede detener a dos mujeres por llevar minifalda. Ha ocurrido en Marruecos, donde dos jóvenes se exhibían en un centro comercial con poco textil. Nada que ver, no se crean, con lo habitual en España donde lo extraño es encontrar a una joven correctamente vestida. Verán: la norma no consiste en la largura de la falda -aunque influye- y una taitiana puede ser más decente en su isla cuando se semicubre con un manto que una mujer en Madrid, embutida en un traje de chaqueta. Por último, el consejo de Chesterton: en materia de moral, preguntad al pueblo. Ahora bien: las chicas marroquíes deben quedar libres pero no por ello dejan de ser unas indecentes (nos encanta esta palabra porque escandaliza mucho a la progresía). Por eso, ha sido el pueblo el que les ha montado el pollo y les ha llevado ante los tribunales. Pura democracia. Pero sí, lo de estas chicas era indecente. Hispanidad redaccion@hispanidad.com