Manos Unidas no es una ONG de la Iglesia española: es la Iglesia española en su división de ayuda a los más necesitados en el exterior. Lo mejor de su último informe vuelve a ser que la Iglesia es la que mejor hace solidaridad. No se ha burocratizado como otras entidades onegeras por lo que no llega al 9% lo que emplea en gastos internos, es decir, en burocracia. El resto va a sus fines. Lo peor es eso mismo: que, por mimetismo, Manos Unidas tiende a asumir roles de ONG. La labor de Manos Unidas, al igual que la de Cáritas, es predicar a Cristo ayudando a los pobres, que predicar a los pobres olvidando a Cristo. Porque, por ejemplo, no sólo de pan vive el hombre... Y ese espíritu onegero se deja ver en la asunción acrítica por parte de Manos Unidas de los tópicos del Nuevo Orden mundial (NOM). Por ejemplo, los Objetivos del Milenio (aborterismo disfrazado de liberación de la mujer) o el cambio climático (excusa para reducir la población). Hispanidad redaccion@hispanidad.com