Un equipo de investigadores, de la Universidad de California, ha comprobado que el macho de la mosca de la fruta (Drosophila melanogaster) ahoga sus penas en alimentos ricos en alcohol cuando es rechazado sexualmente por una hembra no receptiva.

Podría decirse entonces que existe una relación evidente entre machismo y alcoholismo. Una prueba más de la necesidad de las leyes de violencia de género también en los díptidos.

Pero la tendencia a la embriaguez no es exclusiva de esta especie, por ejemplo, los mirlos (turdus merla) y los elefantes también suelen caer en esa tentación cuando se alimentan de frutas prohibidas como la marula.

Se diría que en nuestra sociedad actual vivimos una personalización de los animales y una animalización de las personas…

Es puro patriarcado: tambien en el moscón de la fruta.