Burdamente panteísta porque la fuerza no radica en algo inmaterial, es decir, espiritual, sino en los midiclorianos, unas partículas tan pequeñitas que el frivolón de George Lucas asegura es la clave de la fuerza, la energía que mueve la galaxia. Pues bien, para su nueva entrega de La Guerra de las Galaxias, la séptima, el amigo Lucas ha preferido prescindir de los midiclorianos. Es lo que ocurre siempre con los panteístas: intentan sustituir a Cristo por la materia inteligente -por ejemplo, la diosa Gaia; por ejemplo la neurociencia-, pero cuando van a concretar a su ídolo surge algo tan ridículo como los midiclorianos. Y entonces Lucas ha decidido no hacer más el ridi. Hispanidad redacción@hispanidad.com