Otra vez han frustrado los sueños de Puchi… Canadá ha vuelto a negar a Carles  Puigdemont la autorización para viajar al país. Pero, ¿por qué? Si Puigdemont solo quiere replicar el modelo por el que Quebec se independizó de Canadá para exportarlo a Cataluña. Y no le dejan, no es justo.

También frenaron su imaginario independentista cuando el Gobierno rechazó la propuesta de sentarse a negociar con la Generalitat un referéndum pactado a imagen y semejanza del escocés. Dos decepciones; demasiado para un corazón tan volcado con la causa.

Y para rematar, cuando Puchi se fijó en Eslovenia, le llegó otro chasco. Ante la violenta vía eslovena en su independencia de Serbia (que provocó una veintena de muertos en el bando esloveno y casi 50 por parte del ejército yugoslavo, además de cientos de heridos en ambos lados), Puigdemont afirmó que "él estuvo en Eslovenia en 1991 y vio gente pacífica que se defendía de agresiones violentas del ejército yugoslavo", -lo mismo que ha pasado recientemente en Cataluña, vamos-. Bajo su punto de vista, la pregunta es "si la vía Serbia es la que seguirá España una vez Cataluña ejerza su derecho a la autodeterminación". 

Puchi, no decaigas, todavía te queda Kosovo… pero no sé yo si allí te vas a animar a viajar, por eso de que el ambiente está algo confuso, con presencia de la OTAN, la UE y Rusia. ¿Se atreverá Puigdemont a visitarlo? ¿O su sueño independentista no da para tanto?