Me encanta el Foro Mundial de Davos. Los ricos del mundo se reúnen allí con espíritu filántropo. Sin pobres, claro, pero con el pensamiento fijo en los pobrecitos pobres. Les dan expertos consejeros aunque, como alguien dijo, los davistas no acaban de entender por qué la gente pasa hambre. No entienden los ricos porque los pobres no hacen lo mismo que ellos: cuando sienten hambre, tocan la campanilla y enseguida aparece el servicio.

Pero los ricos continúan esforzándose en aconsejar a los pobres. Son como consultores gratuitos y encima los impecunes ni se lo agradecen. No hay consideración para los filántropos.

Por lo general las tontunas que se escuchan en Davos las teníamos tan oídas que el lobby necesitaba renovarse. Y así ha sido. En esta edición hemos lanzado una nueva figura: el filántropo ecologista, verde. En Davos se han preocupado de relanzar el Climate Leadership Group, grupo de empresarios contra el cambio climático y el calentamiento global, que tan preocupados tiene a los Reyes de España. El grupo está apoyado por Naciones Unidas, lógicamente, y por otro de los lobbies del nuevo orden mundial (NOM): el World Economic Forum. Todo ello con el correspondiente tufillo masoncete, como habrán imaginado.

Pues bien, al Climate Leadership Group se ha apuntado, cómo no, José Manuel Entrecanales. Al presidente de Acciona no es que le importe mucho el calentamiento global. Ya saben: empresario solar, filántropo ecologista. Por la cuenta que le trae.

En cualquier caso, nuevo invento de Davos: el filántropo verde, experto en cobrar subvenciones públicas -el dinero de los demás- en nombre de la ecología. ¡Qué inventiva tienen estos chicos de Davos!

Hispanidad

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