Dice el meticuloso periodista de investigación y dueño de Pipper, un Parson Russell de 3 años, que «hay que informar y concienciar de que un perro educado puede estar en muchos lugares públicos» y que “tenemos que pasar del ‘Perros, no, a perros educados, bienvenidos’». 

Con su mascota, Pablo Múñoz, ha recorrido los principales destinos turísticos dog friendly (los perros son bienvenidos). Y se ha llevado una gran decepción con Toledo. La ciudad manchega suspende, porque según Muñoz «solo el 5 por ciento de los hoteles admite alojarse con mascotas. Es una cifra muy baja, que se sitúa por debajo de la media española, que es del 18% o del 40% de la europea».

A mí, personalmente, me entristece mucho que Pipper tampoco haya podido viajar en autobús en Toledo, con lo interesado que debía de estar el can en conocer los tesoros históricos de la ciudad…

Y es que, una mascota puede estar muy bien educada, no como los niños y los bebés a quienes les da por llorar o ponerse a corretear por bares y restaurantes sin control alguno. De ahí, que algunos establecimientos en España han decidido prohibir su entrada…Donde esté una mascota con buenos modales, que se quite un niño molesto.