Digamos que estamos en el comienzo de los dolores. Los ataques cristófobos directos empiezan en Pamplona. Hasta ahora, la persecución religiosa había sido física en el Tercer Mundo, India y China y Países árabes. En Occidente, los comecuras se habían conformado con reducir al silencio a los católicos. Ahora no, ahora empezamos con las profanaciones y con la manipulación más descarada, con verdugos que se convierten en víctimas. El viernes contamos en Hispanidad la gran mentira de Diario de Noticias, que ha cundido en medios de alcance nacional. Cuidado, porque no sólo nos jugamos la integridad de los católicos: nos jugamos la paz social y, sobre todo, una sociedad montada sobre la verdad o sobre la mentira. Hispanidad redaccion@hispanidad.com