Poner en marcha un proyecto se llama desde hace bastante tiempo, implementación, término largo y molesto, pero ahora nuestros bancarios, cada día más horteras aún, prefieren definirlo como 'delivery', que es más hortera todavía y que, una vez más, no responde a su significado literal en inglés, más próximo a entrega o a presentación. Pero lo más novedoso es la nueva cursilería: "legacy", que no se emplea para referirse al testamento que ustedes esperaban sino, atención, a los activos problemáticos. Lo cual, además, resulta una curiosa manera de escurrir el bulto. Algo así como recordar que si alguien metió la pata en un préstamo y causó un fallido… desde luego no fui yo. Fue otro que me lo dejó en herencia. Hispanidad redaccion@hispanidad.com