Las víctimas de los atentados yihadistas de hace un año en Barcelona y Cambrils han dado un toque a los partidos políticos para que los dejen en paz, o lo que es lo mismo: que dejen de aprovechar ese aniversario para hacer política.

Es lo que debería haber ocurrido desde el minuto uno de aquella salvajada, pero es justo lo contrario de lo que ha pasado desde entonces, debido precisamente al clima de crispación creado por los independentistas, entonces en vísperas de la Diada (septiembre) y del referéndum ilegal del 1-0.

La sensación del sentimiento durante un año las víctimas lo ha resumido Ana Cortés, superviviente de la masacre, con estas palabras: se han sentido “engañadas, abandonadas, incomprendidos y tristes”.

Ana Cortés pertenece a la Unidad de Afectados por el Terrorismo, que ha pedido “una tregua, “en nombre de las víctimas”, para que “no utilicen el dolor ajeno para hacer política”.